Evolución Histórica II

Durante la década de los '80, la evolución de los discos duros fue tan fuerte que en diez años se logró mucho más de lo que se había alcanzado en veinte. Aparecieron nuevas tecnologías como las interfaces IDE y SCSI, los primeros discos de 2.5 y 3.5 pulgadas, y la integración completa entre la controladora y el disco mismo. En  1992, porque Seagate en ese año lanzó a los discos Barracuda, los primeros en el mercado en poseer una rotación de 7200 revoluciones por minuto. El primer Barracuda tenía una capacidad de 2.1 GB, mientras que la primera familia ATA estuvo disponible en versiones de entre 6 GB y 28.5 GB. Las 7200 revoluciones fueron aceptadas casi como un estándar por el resto de los fabricantes, y ahora incluso es posible encontrar esta rotación en discos de 2.5 pulgadas, compatibles con ordenadores portátiles.

Hitachi Deskstar 7K1000

Con estándares e interfaces establecidos, los fabricantes consolidaron sus posiciones, realizaron adquisiciones de envergadura, y se redujo el campo de competitividad. El modelo 7K1000 marca otro punto importante en la historia de los discos duros, al ser la primera unidad de 3.5 pulgadas disponible al público con una capacidad de un terabyte. Dicha capacidad llegaría a discos de 2.5 pulgadas de la mano de Western Digital, dos años después.


ACTUALIDAD

Con la llegada de los discos sólidos, muchos creen que el destino de los discos duros convencionales será perderse en el limbo de la historia, tal y como ha sucedido con muchas otras tecnologias. Sin embargo, más que estar condenados a competir entre sí, la idea de que tanto los SSD como los discos duros puedan convivir parece mucho más razonable. Nadie niega que el costo de los discos SSD (unidad sólida) está en baja, pero todavía falta mucho tiempo para que puedan alcanzar el valor por gigabyte que hoy ostentan los discos convencionales. Seagate y Western Digital están en plena carrera para ver quién alcanza primero los 3 terabytes, mientras que en Hitachi creen que habrá discos con cuatro terabytes de capacidad el próximo año. Decisiones y predicciones como estas mantienen vigente la misma mecánica que ha sido parte de la evolución de los discos duros durante el último medio siglo: Más capacidad, más velocidad, y menor costo. Los SSD tendrán un duro trabajo por delante si quieren superar a esa fórmula perfecta, porque a pesar de sus propias virtudes, habrá discos duros para rato.