Funcionamiento

  Los  discos  duros  se  presentan  recubiertos  de  una  capa magnética  y  se dividen  en  unos  círculos  concéntricos  cilindros que empiezan en  la parte exterior del disco  (primer  cilindro)  y  terminan  en  la  parte  interior.


Estos cilindros  se dividen en  sectores, cuyo número esta determinado por el  tipo de disco y  su  formato,  siendo  todos ellos de un  tamaño  fijo en cualquier disco. Cilindros como  sectores  se identifican  con  una  serie  de  números  que  se  les  asignan, empezando por el 1, pues el numero 0 de cada cilindro se reserva para propósitos de  identificación mas que para almacenamiento de  datos.  Estos,  escritos/leídos  en  el  disco,  deben  ajustarse  al tamaño  fijado  del  almacenamiento  de  los  sectores.
En la actualidad los  sistemas de disco duro contienen más de una unidad en su interior, por lo que el número de caras puede ser más de  2.  Estas  se  identifican  con  un  número,  siendo  el  0  para  la primera.


  Para escribir,  la cabeza se sitúa sobre  la celda a grabar y se hace pasar por ella un pulso de corriente,  lo cual crea un campo magnético  en  la  superficie.  Dependiendo  del  sentido  de  la corriente, así será la polaridad de la celda.


  Para  leer,  se  mide  la  corriente  inducida  por  el  campo magnético  de  la  celda.  Es  decir  que  al  pasar  sobre  una  zona detectará  un  campo  magnético  que  según  se  encuentre magnetizada en un sentido u otro,  indicará si en esa posición hay almacenado un 0 o un 1. En el caso de la escritura el proceso es el inverso,  la  cabeza  recibe  una  corriente  que  provoca  un  campo magnético, el cual pone  la posición sobre  la que se encuentre  la cabeza en 0 o en 1 dependiendo del valor del campo magnético
provocado por dicha corriente.